Cosechar y almacenar maíz de alta humedad puede ayudar a los productores a adelantarse a la cosecha, evitar los costes de secado y obtener un alimento altamente palatable, digerible y nutritivo (Farm Journal)
Pero, como cualquier alimento fermentado, su calidad puede ser frágil y depende de las decisiones que se tomen durante la cosecha y el almacenamiento. Entre ellas están:
Humedad – El contenido ideal de humedad en la cosecha es del 28-34%, según Warren Rusche, profesor adjunto de Ciencia Animal de la Universidad Estatal de Dakota del Sur. Dijo que cosechar con niveles más secos dará como resultado una menor digestibilidad del almidón y un mayor riesgo de deterioro porque no hay suficiente humedad para que el cultivo fermente adecuadamente. Jodie Myers, especialista en forraje de Cargill Animal Nutrition, advirtió que una humedad demasiado alta presenta otra serie de problemas. Dijo que los niveles que se acercan al 40% o más promueven la inestabilidad anaeróbica (calentamiento) en la salida del alimento. Como pauta general, Myers sugirió que la capa negra es una buena indicación de la etapa de cosecha correcta.
Procesamiento – El maíz de alta humedad que se almacenará en un búnker o en una bolsa debe procesarse antes del almacenamiento mediante un molino de rodillos, un molino de martillos o una trituradora, aconsejó Myers. Rusche dijo que el laminado generalmente produce menos finos y por lo tanto crea menos riesgo de causar acidosis en la salida del alimento. También señaló que el maíz entero, sin procesar y de alta humedad, puede almacenarse en silos verticales con limitación de oxígeno.
Envasado – Al igual que con todos los cultivos ensilados, el envasado es fundamental para eliminar el oxígeno y crear un entorno anaeróbico favorable a una fermentación saludable. El procesado ayuda a facilitar un envasado eficaz, y Rusche aconseja sellar las tolvas con plástico para minimizar el deterioro. Si el producto se embolsa, hay que asegurarse de que está bien empaquetado y dejar suficiente plástico al final para conseguir un cierre hermético.
Inoculantes – Ambos expertos recomiendan inocular el maíz de alta humedad, especialmente si el cultivo ha sufrido daños en las mazorcas o crecimiento de moho, y/o está en el extremo inferior del rango de humedad aceptable. “Las temperaturas más frías del otoño pueden comprometer parte de la variabilidad de las bacterias naturales, y el maíz de alta humedad tiene niveles más bajos de azúcares en comparación con el ensilado de maíz tradicional para promover una rápida fermentación”, aconsejó Rusche. Dijo que los inoculantes que contienen cepas de Lactobacillus buchneri han demostrado ser beneficiosos para promover la fermentación. Myers añadió que el L. buchneri también aumentará la estabilidad en la salida del pienso, gracias a su capacidad para aumentar el ácido acético y reducir la levadura. El resultado: la temperatura del pienso se mantendrá estable cuando se vuelva a exponer al oxígeno en el momento de la salida.
Además, Rusche sugirió que se considere la posibilidad de ensilar el maíz de alta humedad en múltiples y pequeñas tolvas o pilas para minimizar la exposición de la superficie de la cara en comparación con una unidad más grande, especialmente si el producto se va a alimentar en verano.
Por encima de todo, destacó la importancia de ser ágil en la cosecha para capturar el almacén de pienso de mejor calidad para el año siguiente. “Las condiciones de los cultivos pueden cambiar rápidamente”, aconsejó, “por lo que los productores deben estar preparados para llenar rápidamente las instalaciones de almacenamiento o cambiar de campo cuando las condiciones cambien”.
Artículo escrito por Maureen Hanson para dairyherd.com
