Alimentar con heno a los terneros lecheros antes del destete sigue siendo un tema de frecuente confusión y debate. ¿Deberías hacerlo en absoluto? Y si es así, ¿cuándo y de qué tipo? Los educadores de Penn State Dairy Extension, Coleen Jones y Jud Heinrichs, opinan sobre el tema en su manual muy completo sobre “La alimentación del ternero recién nacido”.
Para empezar, dicen que la investigación claramente ha cuestionado la creencia arraigada de que los terneros predestetados necesitan heno para ofrecer “raspado” para iniciar el desarrollo del rumen. Pero señalan que hay otras razones por las que puede ser útil, así como muchas razones para retrasarlo.
Los pros
- Los terneros alimentados con formulaciones de iniciación granuladas o pellets pueden beneficiarse del efecto amortiguador del forraje. Algunos iniciadores granulados o pellets tienen altos niveles de almidón fácilmente fermentable, lo que puede causar acidosis ruminal, especialmente cuando los terneros comen grandes cantidades de 2 libras o más de iniciador por día.
- La alimentación con forraje puede proporcionar una abrasividad física que previene la acumulación de queratina en las papilas del rumen. Esto hace que el rumen sea más funcional y capaz de absorber más nutrientes. Sin embargo, se puede lograr el mismo efecto alimentando grano iniciador texturizado, con mayor consistencia y densidad de nutrientes.
Los contras
- La alimentación con forraje no es necesaria para los terneros alimentados con granos de iniciación texturizados. Esta formulación inicial pone a los terneros en menor riesgo de acidosis porque el almidón en los granos enteros o parcialmente procesados no está tan fácilmente disponible y, por lo tanto, no fermentará tan rápidamente en el rumen.
- La alimentación temprana de heno (en terneros tan jóvenes como el primer día de vida) puede disuadir a los terneros de consumir iniciador y, por lo tanto, reducir su ingesta energética.
- Los terneros tienen un espacio limitado en sus tractos digestivos. Los forrajes voluminosos llenan esta capacidad rápidamente, suprimiendo el apetito y nuevamente limitando la ingesta de energía.
- El forraje se descompone en el rumen en el aminoácido acetato, que no hace nada para el desarrollo del rumen. Los granos, por otro lado, se fermentan en butirato y propionato, los cuales juegan un papel importante en el desarrollo del rumen.
- La variabilidad en el consumo de alimento puede conducir a grupos de destete desiguales. Algunos terneros prefieren el forraje al grano y viceversa, lo que lleva a patrones de crecimiento inconsistentes entre animales de edad similar.
Heinrichs y Jones sugieren posponer la alimentación con heno hasta que los terneros consuman de 5 a 6 libras de grano inicial texturizado por día, alrededor de las 7 a 8 semanas de edad. Si el grano de inicio está en forma granulada con altas cantidades de forraje digerible ruminalmente, el heno debe introducirse un poco antes, entre las 5 y 6 semanas de edad.
En cualquier caso, no es necesario que el forraje sea de alta calidad. De hecho, se recomienda el forraje de calidad media, por lo que los terneros no eligen el forraje sobre el grano, lo que reduciría su ingesta energética.
Artículo escrito por Maureen Hanson para dairyherd.com
Traducción: MVZ Brenda Yumibe, Alta Genetics México
Fotografía: Si alimentar o no con heno a los terneros lecheros antes del destete es un debate de largo tiempo, todavía no hay una respuesta absoluta. (Adobe Stock)