Manejo mejorado con los datos del establo

El concepto de vaca ideal de la industria lechera ha cambiado enormemente en las últimas cuatro décadas. Los avances en genética, prácticas de manejo y recopilación de datos han contribuido a dar forma a la vaca moderna, que produce más leche que nunca con menos recursos.

A medida que las vacas han evolucionado, también lo han hecho las herramientas de manejo del hato, permitiendo a los ganaderos optimizar el rendimiento de las vacas de formas innovadoras.

Según datos del Council on Dairy Cattle Breeding, las vacas de hoy producen, de media, más leche con un mayor contenido en grasa y un menor recuento de células somáticas (SCC) que nunca.

Un software de gestión del rebaño ayuda a conectar los datos de la explotación, como los eventos sanitarios, la producción y la sostenibilidad. Un software como DairyComp, utilizado junto con sistemas de supervisión del rebaño como Alta COW WATCH, puede mostrar una visión general del rendimiento del rebaño y destacar las tendencias. Estas herramientas ayudan a los ganaderos a identificar rápidamente los problemas sanitarios que afectan a su explotación y a crear soluciones para afrontarlos.

«Hace sólo unos años, una tasa de preñez del 30% se consideraba un logro importante», dice Danzinger. «Hoy en día, ese punto de referencia ha sido superado por el 80% de los rebaños AgSource que superan las 500 vacas. Lo que antes era inalcanzable se está convirtiendo en la norma».

Las herramientas de manejo de datos como CowVAL en DairyComp facilitan la comparación de vacas dentro de su rebaño y determinan, en función de diversos factores, sus vacas de mayor y menor rendimiento. HealthVAL, otra herramienta disponible para los usuarios de DairyComp, proporciona un contexto basado en eventos de salud y le permite comparar puntos de referencia con rebaños de tamaño similar. La información sanitaria disponible a través de Alta COW WATCH mejora estas herramientas al permitirle supervisar la salud de cada vaca y detectar enfermedades mucho más rápidamente.

«La forma en que gestionamos, alimentamos y alojamos a una vaca genéticamente bien formada cambia lo que hace y hará», dice Danzinger. «Durante 40 años, hemos evolucionado la forma de gestionar nuestros rebaños: cambiando lo que alimentamos, cómo y cuándo ordeñamos y a quién inseminamos y eliminamos. Las centrales lecheras que aprovechan las herramientas de gestión de datos pueden aplicar fácilmente los cambios e impulsar sus rebaños más lejos, más rápido.»

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